Comprender las etiquetas para elegir con conciencia
Quién sabe cuántas veces has oído/leído la frase “es muy importante leer atentamente las etiquetas de los productos antes de comprarlos”. Sin embargo…
Vamos a jugar a un juego: cierra los ojos y mira la etiqueta de tu detergente habitual, o del suavizante que compraste la última vez, o la etiqueta de esa esencia perfumada para la ropa que tanto te gusta… ¿Listo?
Bueno, ¿podrías decir si hay alguna señal de peligro en las etiquetas (delante o detrás) de esos productos?
Si no estás seguro, no te preocupes, es bastante normal.
Aunque todos nos hemos acostumbrado a leer las etiquetas con más atención que antes, a menudo pasamos por alto ciertas señales de peligro simplemente porque no sabemos que es muy importante fijarse en ellas (y, si es posible, evitarlas).
Además, sabemos que en el mundo de los detergentes, en particular, las etiquetas no siempre son tan fáciles de descifrar…
Hemos pensado ofrecerte aquí una pequeña guía en la que se explica la información principal, así como los símbolos de peligro más importantes de las etiquetas de los productos para el cuidado del hogar que se comercializan actualmente, con el fin de ayudarte a elegir con más conocimiento de causa.
Empecemos reafirmando algo bastante obvio: todos los productos que se comercializan (salvo los alimentos que se venden a granel) deben estar “envasados” por ley en un recipiente.
Pero la función del envase no es sólo “contener”, proteger y mantener intacto el producto hasta que llega al consumidor.
El envase también tiene la importante función de proporcionar información básica sobre la naturaleza del producto que contiene (destacando cualquier señal de advertencia) y sobre cómo utilizar el producto de forma que se garanticen los mejores resultados de uso.
El instrumento a través del cual el envase realiza esta importante función es precisamente la etiqueta.
En cuanto a los detergentes, la información que debe figurar obligatoriamente en las etiquetas de los envases es:
- el nombre comercial del producto
- el tipo de producto (por ejemplo, si el producto es un detergente lavavajillas o un detergente para la ropa)
- la cantidad de producto que contiene el envase (en Kg o Litros)
- los datos del fabricante o comercializador del producto (por ejemplo, dirección y/o número de teléfono)
- la composición del producto
- instrucciones de uso
… pero también y sobre todo:
- cualquier señal de peligro, frases de riesgo e instrucciones de seguridad en el caso de productos clasificados como “peligrosos”.
La información sobre el nombre, el tipo y la cantidad de producto por envase suele ser inmediatamente comprensible y, por lo general, también fácil de comprobar en el momento de la compra.
En cuanto a la cantidad de producto, en particular, los envases de detergente para lavadoras suelen indicar no sólo la cantidad total en kilogramos/litros, sino también el número total de dosis individuales que pueden obtenerse de ese envase.
Esta información sobre las dosis individuales es muy importante por dos razones.
En primer lugar, el número de cucharadas es igual al número de lavados “estándar” que se pueden realizar (es decir, en condiciones de suciedad “normal” y con una dureza del agua “media”) y, por tanto, permite comparar el coste por lavado entre los distintos productos y elegir así el producto con la mejor relación cantidad/precio.
En segundo lugar, la información sobre las dosis individuales también es importante porque indica la cantidad “ideal” de detergente probada por el fabricante; de hecho, los detergentes contienen ingredientes que sólo se mezclan adecuadamente para conseguir los mejores resultados cuando se dosifican de forma apropiada.
La dosis sugerida por el fabricante es justo la necesaria para conseguir los mejores resultados de limpieza sin ninguna molestia:
- si se utiliza demasiado poco detergente, la cantidad de estos ingredientes en el agua de lavado es insuficiente y, en consecuencia, la eficacia de la limpieza no es la esperada (lo que puede llevar a tener que volver a lavar algunas prendas con el consiguiente desperdicio de detergente); una cantidad insuficiente de detergente también puede provocar la acumulación de depósitos de sales minerales en la lavadora, que pierde así eficacia, aumentando el coste por lavado
- por otro lado, si se utilizan cantidades excesivas de detergente, además de los residuos evidentes, se puede generar demasiada espuma con posibles derrames de la lavadora y se pueden encontrar residuos en los tejidos porque el aclarado no eliminará el exceso de producto
Llegamos ahora al tema que más nos interesa aclarar y explorar: la presencia de SEÑALES DE PELIGRO en la etiqueta.
La ley estipula que en las etiquetas de todos los productos que puedan (por su propia naturaleza) presentar un cierto nivel de riesgo, los fabricantes deben facilitar cierta información adicional.
Por tanto, la “peligrosidad” de un producto debe expresarse mediante símbolos de peligro y menciones normalizadas, que se colocan en un espacio claramente delimitado y resaltado de la etiqueta.
A continuación se indican las señales de peligro más comunes en las etiquetas de los productos cuya composición exige que se clasifiquen como “peligrosos” (según la Directiva 67/548).
Como los gráficos de esos símbolos se han modificado recientemente (Reglamento 1272/2008), comparamos los gráficos antiguos con los nuevos:
A continuación, también indicamos el SIGNIFICADO de los símbolos de peligro más comunes:
Por lo tanto, como norma general al elegir un detergente, te recomendamos que compruebes primero la etiqueta para ver si hay señales de advertencia.
Una vez que hayas comprobado esta presencia/ausencia, sigue el principio básico de que los detergentes “mejores” y, por tanto, preferibles, son los formulados para reducir al máximo el impacto medioambiental de su uso, de modo que no lleven ningún símbolo de peligro en sus etiquetas.
Generalmente, los detergentes que cumplen estos requisitos son los que están formulados con tensioactivos de origen vegetal (en lugar de derivados del petróleo) y contienen ingredientes de origen natural y controlado, así como, por el contrario, no contienen sustancias nocivas como fosfatos, perboratos, parafinas, triclosán, lejía o blanqueadores ópticos.
Todos los productos para el cuidado del hogar de la línea Green Puffer cumplen plenamente estas normas esenciales.
De hecho, los productos Green Puffer se basan en tensioactivos de origen vegetal y tienen una formulación segura que no contiene fosfatos, espesantes químicos, blanqueadores ópticos ni colorantes.
Por esta razón, los productos de la línea Green Puffer no llevan signos de peligro en sus etiquetas, porque son rápida y fácilmente biodegradables y respetan el medio ambiente en general y los ecosistemas marinos en particular.
