Segundo episodio “¿Lo sabías? Curiosidades del mundo verde“.

Continuemos con otros datos interesantes (y consejos relacionados) que te permitirán ser cada vez más consciente del impacto de tus acciones sobre el medio ambiente y te ayudarán a llevar una vida más ecológica, día tras día.

Moda sostenible: ¿oxímoron o realidad?

Nos complace decir que no se trata de una utopía: la moda puede (y por tanto siempre debe) ser respetuosa con el medio ambiente.

De hecho, hay muchos tipos de tejidos que pueden producirse, cultivarse y procesarse con un impacto medioambiental reducido.

Entre viejos conocidos y novedades tecnológicas, hemos identificado al menos una docena de tejidos y hemos elegido cinco especialmente interesantes.

Así que aquí tienes nuestro TOP FIVE de los mejores tejidos ecológicos:

1 Lyocell

Es un tejido sintético de reciente invención. Se fabrica con pulpa de madera de eucalipto. Excelente, gracias a sus propiedades transpirables y antibacterianas, para la confección de prendas deportivas.

2 Econyl

Un invento totalmente italiano: se trata de hilos de nailon fabricados a partir de la recogida y transformación de residuos sintéticos de diversos tipos, desde redes de pesca hasta plástico reciclado.

3 Qmonos

Creado en Japón a partir de la combinación de microbios y genes que se encuentran en las telas de araña, este tejido es una seda totalmente biodegradable, extremadamente ligera y ultraduradera.

4 Lino

se produce a partir de la planta del mismo nombre, cuyo cultivo requiere muy pocos recursos. Mejor aún, por supuesto, si se trata de lino de cultivo ecológico. También hay que tener en cuenta que el lino crece incluso en suelos poco fértiles, y puede absorber mucho dióxido de carbono

5 Bambú

Es una de las plantas de crecimiento más rápido, consume poca agua, se cosecha sin matar la planta… ¿qué más?

Entonces, ¿basta con comprar ropa fabricada con esos tejidos para vestir “ecomoda” y tener la conciencia tranquila? En realidad, no.

Un gran problema hoy en día es que, en comparación con el pasado, compramos mucha más ropa y la llevamos durante mucho menos tiempo. ¿Pero cuánto?

He aquí algunas cifras que aclaran mejor el alcance del fenómeno:

40 %

Es el aumento de la cantidad de ropa por persona comprada en Europa desde 1996.

50 %

Hoy en día, en Europa usamos menos la ropa, lo que significa que nuestros armarios rebosan de prendas poco o nada usadas.

26 KG

Este es el consumo medio de productos textiles por persona y año en la Europa actual.

<1 %

Esta es la cantidad de prendas que se reciclan realmente en el mundo hoy en día.

Pero, ¿a qué se debe este cambio de hábitos? ¿Por qué nuestros armarios están llenos de ropa muy poco usada? Parece que la culpa es de la “MODA RÁPIDA”.

La expresión MODA RÁPIDA se refiere, de hecho, a todas esas grandes cadenas de ropa que vierten RÁPIDAMENTE en el mercado una gran cantidad de ROPA DISEÑADA, a precios relativamente bajos.

Para conseguirlo, muy a menudo, estas grandes cadenas tienen que recurrir a compromisos enemigos de la sostenibilidad: tejidos sintéticos, mano de obra de calidad reducida, procesos de producción y eliminación que no tienen en cuenta su impacto medioambiental real, etc.

Por eso, con la llegada de la MODA RÁPIDA, también se ha empezado a hablar de COSTE POR VESTIDO (CPW).

La fórmula generalmente utilizada para explicar qué es el Coste Por Uso es ésta:

CPW = COSTE DE COMPRA + COSTE DE MANTENIMIENTO : NÚMERO DE VECES QUE SE LLEVA LA PRENDA

No te preocupes. Ahora intentemos comprender juntos cómo funciona.

Supongamos que compramos un par de pantalones de buena calidad por un importe de 150 euros y los usamos un total de 100 veces al año, durante un total de 3 años.

Supongamos también que gastamos 20 euros entre lavados y posibles reparaciones (por ejemplo, el dobladillo necesario para “ajustar” ese pantalón a nuestras medidas, etc.).

La CPW de ese par de pantalones será igual al coste total de 170 euros (150+20) dividido por 300 (número total de veces que nos los pusimos): por tanto, el CPW final ascenderá aproximadamente a 0,56 euros.

¿Y si en lugar de esos pantalones hubiéramos comprado otro par, quizá por 25 euros, pero de menor calidad?

Pues bien, existe la posibilidad real de que esos mismos pantalones no duren más de un año y que, al no ser especialmente cómodos ni bonitos ni considerarse ya “pasados de moda”, se lleven menos veces, quizá sólo 40.

Incluso suponiendo que no tuviéramos que hacer ninguna reparación y gastáramos sólo 5 euros en el lavado, tendríamos que dividir el total de 30 euros (25+5) por los 40 usos reales y llegar así a un CPW final de 0,75 euros .

Estos pantalones de “moda rápida”, aparentemente tan baratos, tendrían en cambio un mayor impacto en nuestros bolsillos, así como en el medio ambiente.

Los materiales de calidad y duraderos cuestan dinero, muy cierto. Pero no es menos cierto que las prendas fabricadas con materiales de calidad y duraderos pueden utilizarse generalmente durante más tiempo, convirtiendo así la compra inicial en una ganga tanto para el medio ambiente como para el bolsillo.

Si a esto añadimos que, a menudo, las prendas destinadas a tener un CPW más bajo proceden precisamente de empresas que cuidan realmente su impacto medioambiental adoptando también procesos de producción éticos y sostenibles, ya no deberías tener dudas sobre dónde/cómo hacer tus compras.

Tenlo en cuenta la próxima vez que vayas de compras.

Para limitar tu impacto medioambiental (además de salvaguardar tu cartera), presta más atención a lo que compras, teniendo siempre en cuenta no sólo el precio de la prenda expuesta, sino también su posible Coste Por Uso.

Y cuando laves tus nuevas prendas de moda ecológica, prefiere siempre detergentes igualmente ecológicos.

Prefieres la fuerza de la naturaleza. Elige los detergentes ecológicos Green Puffer.